ISLA DE NABUMBU. Navegando en la memoria. Entrevista a Javier Alcázar y Santipérez @kikeinfame

Desde hace años la editorial La isla de Nabumbu lleva realizando la titánica aventura de recuperar grandes obras de autores hoy poco recordados. Los últimos dos títulos nos acercan una de las obras más populares de los ya difuntos Ortiz y Segura, Las mil caras de Jack el destripador, primer álbum agotado de la editorial, y un recorrido a la obra de un autor a reivindicar: Santipérez. Con el editor Javier Alcázar y este último hablamos.

 Taxidermista y Las mil caras de Jack el destripador. ¿Qué tienen en común las dos obras?

Javier: Lo único que tienen en común es que en ambas la temática es el horror (con muchas dosis de humor negro), que fueron publicadas por Toutain en sus revistas y que se trata de recuperaciones de material ya publicado. Pero cada libro transita por su territorio: el de Santipérez es un conjunto de relatos independientes del por aquel entonces un autor prometedor (y que cumplió su promesa, no hay más que ver lo que hace hoy día), el otro una obra de autores consagrados en la plenitud de sus facultades y que narran la historia de un personaje. Pensándolo bien, amplío las semejanzas: ambos libros contienen excelentes historietas y ambos sustentan la idea de Isla de Nabumbu de que hay obras que siempre tienen que estar disponibles.

 En Las mil caras de Jack el destripador recuperas uno de los trabajos del tandem formado por Antonio Segura y José Ortiz, probablemente una de las parejas artísticas mejor compenetrada de nuestro cómic.

Javier: La obra conjunta de estos autores es amplísima y con una calidad media bastante notable, aunque muchos se empeñan en denostar todo el cómic comercial que se hacía en la década de 1980. Juntos hicieron las series Hombre, Ives / Morgan, Burton & Cyb, Las mil caras de Jack el destripador, Ozono, Juan el largo… y ambos tuvieron capacidad y energía suficiente para llevar a cabo otras obras con otros autores.

¿Qué te lleva a elegir esta obra para acercarla al público actual?

Desde que pensé en publicar a Ortiz siempre tuve en mente esta obra, porque era un libro unitario, no demasiado extenso, y que me gustaba mucho. Era fundamental también que dispusiéramos de los originales, porque el trabajo de restaurar los trabajos de Auraleón nos había agotado. Afortunadamente, los herederos de Ortiz guardaban a buen recaudo todos los originales en buen estado. Y creo que acerté con la elección, porque aquí el trabajo de ambos autores brilla.

 Los dos autores han desaparecido ya. ¿Ha sido complicado trabajar con los originales?

Los originales estaban en buen estado, pero siempre el trabajo de restauración lleva su buena carga de trabajo. Afortunadamente de esto se encarga Antonio Moreno, que ha sabido recuperar la línea del dibujante para que se vea lo mejor posible en el producto impreso. Hemos tenido que tomar muchas decisiones a este respecto, porque el acabado depende mucho de lo que se haga en el trabajo de preimpresión, que una vez más Antonio ha resuelto de forma brillante (incluyendo parte de la rotulación perdida). Las ilustraciones en color de las cubiertas tuvimos que buscarlas aparte, porque estaban en mano de coleccionistas, pero gracias a la “red de amigos” de Isla de Nabumbu pudimos contar con estos magníficos trabajos que han hecho el libro todavía mejor.

Es habitual que los clásicos del cómic norteamericano sean permanentemente reeditados pero es menos común que suceda con las historietas patrias.

Siempre se ha dicho eso de “no ser profeta en su tierra”, y lamentablemente se cumple en muchos casos… Son varios factores los que condicionan esto: el escaso interés por la cultura de la población general, menos aún por la lectura impresa, menos todavía por los tebeos… la desaparición de las revistas impresas; el descrédito al que se ha sometido estas historietas por algunos expertos; el interés de los aficionados por otras temáticas y estilos; el fallecimiento de los autores, sin ninguna entidad interesada en recuperar su memoria… Sin olvidar el típico pensamiento de que “lo de fuera es mejor que lo de aquí”. Afortunadamente, no solo Isla de Nabumbu sino otras editoriales están recuperando material muy valioso de distintos autores españoles. Pero para que esta recuperación tenga algún efecto, no debe limitarse a la publicación de libros, sino que deben fomentarse otras actividades para dar a conocer a los autores.

 Desde la editorial recuperas nombres clásicos que hoy día son menos conocidos por el público actual. ¿Hay algún autor o autora al que te interese acercarte?

Muchos, muchísimos… Tengo especial interés en recuperar las historietas de los autores que colaboraron con la editorial estadounidense Warren, pero por temas de derechos no puede ser… Muchos de estos autores tienen otros trabajos fuera de Warren, pero es complicado encontrar el material original (y gestionar los derechos). Sería una delicia publicar a Bermejo, García, Beà, Monés… También otros autores fuera de este ámbito pero que crearon obras maravillosas (ahí estoy luchando por recuperar una obra de Hernández Cava…). O demostrar la valía de los ilustradores españoles, cosa que ya están haciendo desde hace tiempo en otros países pero que aquí pasa completamente desapercibida: Noiquet, Badía Camps…

Vamos a conocer mejor la trayectoria de Santipérez si os parece. La primera pregunta obligada es, ¿Qué es “Taxidermista”

Santipérez: Se trata de un recopilatorio de historias (o histerias ) cortas de terror. Una de las historias incluidas le da nombre al álbum.

Javier: ¡Nada que añadir! Mi intención era recuperar las historietas que hizo Santi a principios de los 90, y el propio autor fue el que eligió el título, que creo que es muy acertado.

¿Cómo nace la obra?

S: Javier Alcázar, entusiópata de los cómics y además amigo fue el que tuvo la idea. Después de recibir varias amenazas y temiendo por mi salud accedo voluntariamente a publicar esta obra.

J.: Ahí no estoy de acuerdo, las amenazas no fueron tantas ni tan graves… Tras comentarlo con el autor y comprobar que disponía de los originales bien guardados, todo fue rodado. Él pedía una millonada por los derechos, yo le dije que no y al final llegamos a un acuerdo.

Las obras son hijas de su tiempo. Nacen en la recta final del boom del cómic de adultos que se produce en los años noventa. ¿Cómo recordáis la época?

S: Pues imagínate, para mi no existía la sensación de que el negocio del cómic para adultos estuviera llegando a su fin, seguíamos viendo las revistas en los quioscos y yo un chaval de diecisiete años no podía ni imaginar que las ventas iban en picado. así que esa época la viví con la ilusión de que algún día mis paginas se publicaran en esas “inmortales” revistas.

J.: Yo, que soy muchísimo más joven que Santi, sí viví el final de las revistas, y todo mi interés por esa época surge luego, tras investigar la historieta que se hacía en esos años.

Hay una figura clave en este momento, Josep Toutain, editor de las revistas en las que se publicaron tanto Las mil caras como Taxidermista.

S: Si, así es, no creo que haya algo que no se haya contado sobre Josep Toutain, que si era esto que si era lo otro, que si hacía sus chanchullos, que si era buen tipo, que si era un canalla, bla, bla bla… Lo cierto es que a mi me ayudó y sea como sea siempre lo recordaré. Tampoco voy a decir que lo lleve en el corazón, no nos pasemos 🙂

J.: Efectivamente, de Toutain se ha dicho mucho y en todo sentido, pero creo que hay que contextualizar su trabajo. Seguramente mangoneó, pero también promovió a toda una generación de autores que dio a conocer por todo el mundo, creó una empresa que pudiera publicar todo ese material en España y dio una oportunidad a mucha gente que de otra forma no hubiera tenido acceso a publicar. Ahora es muy fácil verlo todo o blanco o negro.

En nuestra época triunfa la novela gráfica, en el momento en el que comienzas a desarrollarte como autor el formato hegemónico era el relato corto para revistas. ¿Cómo te adaptas al formato?

S: Sin problemas, la verdad, creo  que es más sencillo que desarrollar una historia larga, obviamente, al menos para mi, contar una historia corta tiene sus dificultades, el transcurrir del tiempo y cosas así pero teniendo en cuenta pequeños detalles creo que es mas asequible cuando empiezas, el ver un proyecto terminado te da fuerzas para emprender otro !

Asociado a las revistas nacen multitud de concursos en aquellos momentos, muchos de ellos propiciados por las propias editoriales. Es en estos concursos en los que empiezas a destacar.

S: Si eran unos años en los que cada ciudad tenía su propio concurso de cómics. Era un gran aliciente y era muy motivador ver el día de la inauguración las páginas de los afortunados. Te daba tal chute de energía que cuando volvías a casa te ponías a dibujar.

Más tarde mis paginas también fueron las afortunadas aunque tuve que ser paciente 🙂

Las historias que componen el libro muestran tus comienzos como dibujante. 

S: Bueno mis inicios como dibujante vienen de antes, pero como autor de cómic desde luego que sí, aunque en este álbum las historias seleccionadas ya llegan a un buen nivel aunque sean de las primeras.

Reconoces sin problemas las influencias que marcaron el cómic que se hacían en aquellos momentos y que también están presentes en tu aprendizaje.

S: Claro, todos los dibujantes tenemos influencias aunque luego terminas desarrollando tu propio estilo. Es fácil comprobar como los dibujantes que a mi me influenciaron tenían también sus ilustradores favoritos.

¿Cómo ha sido la recuperación de los materiales que componen el libro?

S: La única dificultad que tuve para reunir todo el material fueron un par de páginas que regalé a compañeros, pero gracias de nuevo a internet fueron escaneadas por ellos mismos en alta resolución y me las hicieron llegar. El resto de originales los tenía a buen recaudo y muy bien conservados.

J.: Date cuenta que en Isla de Nabumbu veníamos de recuperar material de Auraleón, sin contar con los originales, recurriendo al trabajo impreso que había que restaurar… Así que disponer de los originales y que el propio autor trabajara sobre los mismos entregando un material excelente, pues ha sido una gozada.

¿El libro está dedicado a los nostálgicos de aquellos días o crees que puede llegar a un público nuevo?

S: Creo que es un libro para los amantes del terror en general.  Aunque supongo que el reencuentro con estas páginas satisfará a los freakys originarios, pero también sorprenderá a los nuevos lectores.

El libro se completa con un recorrido personal de cada una de las historias, casi una crónica sentimental de un periodo de tu vida.

S: Es cierto, me pareció interesante contar que me sucedía en cada momento, dónde me encontraba o qué ambiente rodeaba a cada obra para comprender cómo me influyó el entorno. Haciendo un análisis posterior en muchas de ellas podría haber puesto el subtitulo de “basado en hechos reales”

En el texto echas la mirada hacia atrás sin ira y explicas, no solo las circunstancias en las que hiciste las obras y sus influencias, sino también la evolución de los procesos, asociada a un momento en el que la revolución digital estaba dando sus primeros pasos.

S: Fue una época en la que el entretenimiento estaba cambiando o mejor dicho estaban apareciendo otros nuevos. Si contabas con un presupuesto ajustado y tenías que elegir, preferías comprarte el nuevo juego de Dinamic para el Spectrum que el zona84…

La creación de cada una delas páginas de este álbum es completamente tradicional, lápiz, pincel y tinta… aunque los siguientes trabajos después de las últimas paginas, tras algunas cosas intermedias, comenzarían a orientarse a lo digital, mi primera wacom llegó en el año 1995. Si, ya existían estos cacharros del demonio.

Las revistas de la época se dividían por géneros. Uno de los más demandados era el terror, un tipo de historias que se ha convertido, en tu caso, en una pasión a lo largo del tiempo.

S: Es cierto, esta es una de las cosas en las que sí he sentido la influencia de mis maestros y no tanto en sus maneras de trabajar, sino ese apego y obsesión por el terror y al que he sido fiel durante toda mi vida.

La desaparición de las revistas llevó a que muchos de los autores que comenzasen en ellas se dedicasen a otras actividades, sin embargo, regresas años después a publicar en la revista Ctulhu, heredera directa de aquellas cabeceras. ¿Cómo fue la vuelta?

S: Llevaba muchos años dedicado a otras actividades gráficas, gambling, publicidad, prensa… todo tipo de trabajos de encargo que iban desde storyboards a infografías o incluso retoques fotográficos integrando 3D…. un montón de cosas de este tipo y como válvula de escape comencé a dibujar una historieta que algunos compañeros pudieron ver ya en la red, así que Javi Santonja, compañero de la revista CREEPY me habló de Cthulhu, donde Manuel Mota y Alex Ogalla enseguida me acogieron y lo que en un principio dibujé a modo de hobbie resultó ser mi primera publicación después de unos 20 años.

Una obra más ambiciosa, de nuevo con el terror de fondo, será Diablo House, publicada en Estados Unidos por IDW y en España por Norma. ¿Cómo nace la experiencia?

S: Quise experimentar la sensación de trabajar para USA, y fue por el medio habitual, presentando algunos trabajos en entrevistas organizadas dentro del Salón del Comic de Barcelona. Elegí a IDW porque encajaba más en lo que yo hacía. A Ted Adams (CEO) le gusto mucho lo que le presenté y él mismo quiso encargarse del guión de lo que más tarde fue Diablo House. Para mi fue una experiencia muy enriquecedora, y que Norma se interesase por esta obra posteriormente para mi fue una gran alegría !

Comentábamos antes que creciste en un contexto en el que se realizan historias cortas. ¿Cómo te adaptas a tener que hacer una historia más larga?

S: Sin ningún problema, también disfruté mucho ilustrando estas cuatro historias que componen este libro de Diablo House aunque fueran algo más largas a lo que yo estaba acostumbrado.

¿Tendrás continuidad en ese mercado?

S: No me cierro a nada, es bastante probable que se diera la oportunidad. Con Ted Adams por ejemplo, tengo las puertas abiertas a seguir con nuevas historias contadas por el surfista Riley

Ha pasado un tiempo desde la publicación de Taxidermista. ¿Cuál está siendo la reacción del público?

S: Dentro de las limitaciones del mercado español que todos conocemos, ha tenido muy buena aceptación. Muchos de los que han comprado el álbum son fans de los cómics de los 90 pero también nuevos lectores fanáticos del terror o incluso los que descubrieron mis páginas recientemente en la revista Cthulhu y que no sabían nada de mi pasado en el mundo del cómic.

J.: Bastante buena. Absolutamente todo el mundo, de cualquier edad y condición, se queda embelesado con la ilustración de cubierta que Santi ha creado para el libro. Muchos de estos llegan a hojearlo, y de éstos alguno hasta lo compra. Como dice Santi, los lectores no son solamente los viejos aficionados al Creepy de Toutain, sino que cualquier aficionado al terror, a la historieta, a la ilustración, o incluso gente que casualmente lea cómics y le llame la atención… esa es la idea, sacar a estos libros del gueto de los aficionados perennes para abrirlo a cualquier tipo de público interesado.

¿Proyectos? 

S: Ahora mismo me dedico intensamente al mundo de la animación, y no tengo demasiado tiempo, así que el cómic ha pasado a ser un modo de disfrute y relajación dentro de mi tiempo libre con lo cual no veremos nada nuevo hasta el año que viene. El proyecto más cercano será la segunda parte de Various Horror Visión dentro de Diábolo Ediciones y está muy avanzado, así que no habrá mucho error en las fechas que aventuro 🙂

J.: Yo estoy deseando que Santi publique su libro con Diábolo, para que esté libre y podamos llevar a cabo otro proyecto juntos… La editorial está ahora en un periodo de transición, porque con la buena respuesta que ha tenido Las mil caras de Jack el destripador se abren varias posibilidades, que estamos contemplando. Ideas no nos faltan, pero el dinero y el tiempo son finitos…

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Author: viajes24horas